La uveítis es la inflamación del tracto uveal, o sea la capa media del ojo, que comprende el iris, cuerpo ciliar y coroides. Las uveítis según su localización pueden ser anteriores, intermedias, posteriores o difusas. Éstas últimas afectan todas las estructuras del ojo. Se pueden manifestar con dolor y ojo rojo, pero también con disminución de la agudeza visual. La uveítis puede representar un problema localizado al ojo o bien ser la  manifestación de una enfermedad sistémica. Entre las causas de uveítis están las infecciones (herpes, toxoplasmosis, sífilis, entre otras) y las enfermedades autoinmunes (sarcoidosis, enfermedad de Behcet, síndrome de Vogt Koyanagi Harada son algunos ejemplos).

El diagnóstico de las diferentes causas de uveítis lo realizamos mediante un examen oftalmológico completo, estudios  complementarios como OCT y RFG y estudios de laboratorio. Es importante el diagnóstico etiológico ya que nos permite implementar un tratamiento específico de la causa, el cual puede ir desde gotas hasta la inmunosupresión sistémica. 

El retraso en el diagnóstico y en el tratamiento puede tener severas consecuencias en la persona, presentando complicaciones como glaucoma o maculopatía, y en ocasiones finalizando en la ceguera permanente.